NORTE PROFUNDO | Mayo

7 Días - 4 Noches | BUS

Iniciando el primer día de este tour, visitaremos el pueblo de Purmamarca con su Cerro de los Sietes Colores. Opcional excursión a Salinas Grandes: elegida en primer lugar entre las maravillas naturales de nuestro país. Ascendiendo por la Cuesta del Lipán, que se convirtió en un ícono de Jujuy. Un colorido camino quedará grabado para siempre en sus retinas, siendo la antesala a un paisaje surrealista como son las Salinas Grandes de la Puna Jujeña junto al disfrute de un mar color blanco, uno de los más bellos murales. Arribo a Tilcara. Cena. Noche de alojamiento.

Desayuno. Visita guiada a la Quebrada de Humahuaca, transitando Huacalera (línea del trópico de capricornio) y Uquía. Además, en la Quebrada, visitaremos la Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Candelaria y San Antonio, y el Monumento a los Héroes de la Independencia. El eje de ésta zona es la quebrada por la que corre el Río Grande, encajonada entre cerros multicolores, casas que parecen brotadas de la misma tierra: de adobe, amasadas de tierra y paja. Innumerables restos del pasado, pucarás, antigales, pinturas rupestres están diseminados por toda la zona. Persisten también, costumbres prehispánicas notorias como las celebraciones comunitarias tales como la minga, la señalada, los misachicos y la pachamama. Hornocal, Cerro de los Catorce Colores, aunque su verdadero nombre es Serranía del Hornocal: el secreto mejor guardado de los jujeños. Regreso. Cena. Noche de alojamiento.

Desayuno. Día libre, podemos tomar la opción de hacer la excursión (no incluida) con destino a la ciudad fronteriza de La Quiaca (punto final de la Ruta Nacional Nº 40), pasando por el Espinazo del Diablo: colorida formación de plegamientos sedimentarios. Más adelante, visitaremos el pueblo de Yavi a 3.400m (fue asiento del único Marquesado en el territorio de lo que sería luego la República Argentina) con su histórica iglesia construida en el siglo XVII, en la que se destaca un imponente altar recubierto de láminas de oro. Llegada a La Quiaca y cruce peatonal a Villazón: ciudad boliviana más bien conocida por su movimiento comercial, además de sus plazoletas Libertad, Simón Bolivar, Parroquia Nuestra Señora del Carmen, entre otros puntos a recorrer. El cruce estará supeditado a las condiciones sanitarias y paso internacional habilitado con sus respectivos protocolos si los hubiere. Regreso. Cena. Noche de alojamiento.

Desayuno. Día libre, en donde sugerimos realizar la excursión opcional a Iruya. Por un camino sinuoso y de ripio se llega a Iruya (un pueblo que desciende desde el mismo cielo), se encuentra emplazado sobre callecitas estrechas, muy empinadas y cuidadosamente empedradas para evitar la erosión del suelo. Su arquitectura refleja su origen precolombino, de gran valor cultural e histórico. Rodeado de un paisaje imponente y anclado en el pasado, Iruya conserva las raíces de una cultura milenaria que aún hoy se respira en sus típicas celebraciones. Cena. Noche de alojamiento.

Desayuno. Emprendiendo el viaje de regreso transitaremos Maimará, de espaldas a los cerros multicolores que confirman la Paleta del Pintor con sus diversas y maravillosas tonalidades. Continuación del viaje. Noche de ruta.

Arribo a la ciudad de origen. Fin del Viaje.

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